Foro Regional en San Salvador impulsa el Acuerdo de Escazú y la justicia ambiental en Centroamérica.
30-01-2025

San Salvador. En un contexto de crecientes desafíos ambientales, más de 100 personas se reunieron el 21 de noviembre de 2024 en el «Foro Acuerdo Escazú: Diálogo regional por el futuro ambiental», un evento que buscó fortalecer la defensa de los derechos ambientales y promover la cooperación regional. Coordinado por el Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), en alianza con ACUA, CAID, el Equipo Impulsor del Acuerdo de Escazú en El Salvador y CEPAL-Chile, el foro se llevó a cabo como parte del proyecto «Fortalecer a los defensores jóvenes y del medioambiente para la Democracia en El Salvador (FortES)», financiado por la Unión Europea en El Salvador.

El evento ofreció un espacio único para dialogar sobre las amenazas ambientales que enfrenta la región y las soluciones colectivas necesarias. Andrea Sanhueza, de la CEPAL-Chile, presentó un panorama claro y contundente sobre los avances y retos del Acuerdo de Escazú, destacando su importancia como herramienta legal para garantizar la justicia ambiental. Irene Murillo, representante electa del público de Costa Rica, aportó una perspectiva valiosa al resaltar la transversalización de género como un eje esencial para la implementación efectiva del acuerdo.

Dos paneles de diálogo enriquecieron la jornada. En el primero, mujeres defensoras de derechos ambientales de Honduras, Guatemala y El Salvador compartieron sus experiencias sobre los conflictos que enfrentan en sus comunidades y destacaron la urgencia de acciones concretas en favor de la justicia ambiental. El segundo panel, compuesto por representantes de equipos y redes que promueven el Acuerdo de Escazú en Honduras, Guatemala, El Salvador y Costa Rica, abordó las garantías que este tratado ofrece y subrayó la necesidad de que los Estados lo firmen y ratifiquen para proteger a quienes defienden los derechos ambientales.

 

Más allá de los debates, el foro fue un llamado a la acción colectiva. La adhesión al Acuerdo de Escazú no solo significa acceso a la información y participación ciudadana en decisiones ambientales, sino también un compromiso con la seguridad y protección de quienes luchan por el medio ambiente y los derechos humanos.

El evento concluyó con un mensaje claro: la integración y el trabajo en red de las personas defensoras de los derechos ambientales son fundamentales para enfrentar los desafíos comunes. Se destacó la labor crucial de proyectos como FortES y del NIMD, cuyo apoyo ha sido clave para fortalecer las capacidades de organizaciones defensoras de derechos humanos y ambientales en El Salvador y la región. Estas iniciativas no solo empoderan a las comunidades, sino que también siembran las bases de un futuro más justo y sostenible para Centroamérica.