Tegucigalpa, Honduras, martes 28 de abril de 2020
Desde el 24 de marzo, el NIMD Honduras, promueve espacios de diálogo en línea como parte de la iniciativa “Martes de Diálogo con el NIMD”, espacio creado para analizar el impacto del COVID-19 y generar un diálogo objetivo que nos conduzca a la construcción de propuestas que pueden traducirse en soluciones.
El presente 28 de abril, se desarrolló la sexta jornada de dialogo, abordando el impacto en la educación y su evolución a causa del COVID-19, considerando la educación como uno de los sectores más afectados por la pandemia y sus consecuencias como: el confinamiento, la suspensión de clases presenciales, la opción de clases online -en un país donde el 60 % de la población vive en pobreza- la desigualdad en el acceso a tecnología, entre otros, que sólo vienen a confirmar que el COVID-19 representa un desafío sin precedentes para la educación en Honduras.
En el diálogo “El impacto del COVID-19 en la reforma de la educación” participaron; Marlon Brevé, ex ministro de educación y rector de la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC), Julio Raudales, Vicerrector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), con la moderación de Luís Daniel León, director ejecutivo del NIMD-Honduras.
Clases online, un nuevo reto para maestros, alumnos y padres de familia
Inicialmente, el análisis de Julios Raudales, plantea que; “en el Sistema Educativo hondureño, un alto porcentaje de escuelas se ubican en el área rural, con unidocentes, o dos maestros en el mejor de los casos, con difícil o nulo acceso a la tecnología y las condiciones de pobreza, que pueden generar problemas bastante serios a la hora de buscar la culminación del año lectivo tras la suspensión de las clases presenciales en el escenario de cuarentena provocado por el COVID-19”.
“No tenemos información oficial de cómo se está manejando este tema a nivel de la Secretaría de Educación, y si está paralizado el sistema, el daño para el área rural puede ser muy grande. En el caso del área urbana, en buena medida, los estudiantes de básica y media están yendo a clases en línea, aquí el problema puede ser la falta de preparación de los estudiantes y maestros para la modalidad virtual, además de la desigualdad en el acceso a tecnología, donde hay hogares con un solo aparato tecnológico y aproximadamente el 70% de los centros de educación básica son públicas y no tienen la capacidad de generar clases de forma virtual”, precisó Raudales.
Por su parte Marlon Brevé, manifestó que “el primer impacto es que esta pandemia nos obligó a todas las instituciones educativas desde el nivel prebásico hasta el nivel superior a migrar a una modalidad virtual, lo que ha provocado que algunas instituciones hayan podido responder y mantener la calidad, pero otras tuvieron que adaptarse, y siempre los más afectados son las familias de escasos recursos económicos”.
“Un informe realizado por la Universidad Pedagógica Francisco Morazán (UPNFM), reveló que el en la cuarentena el 82% de los maestros ha mantenido un tipo de contacto continuo con sus estudiantes, pero sólo un 50% lo ha hecho a través de una plataforma digital, el resto ha sido vía aplicaciones de celulares como WhatsApp, lo que refleja que el sector privado estaba preparado y el público ha enfrentado mayores problemas, el 100% de los maestros no estaban listos y sólo algunos estaban capacitados para clases virtuales”, afirmó Brevé.
El desarrollo tecnológico facilita las clases virtuales, tenemos que evolucionar
Para Julio Raudales, “la resistencia al cambio por parte de los maestros para migrar a una plataforma virtual ha generado más conflictos que el propio acceso a la tecnología”. Este proceso nos va a servir para enseñarnos que tenemos que adaptarnos a las plataformas E-learning sabiendo “que las clases presenciales no es el único modo de enseñar. Es la oportunidad para hacer reformas profundas en el sistema educativo.
Sobre el mismo tema, el ex ministro de educación, Marlon Brevé, informó que “hay un grupo de expertos y académicos de las universidades del país, que estamos analizando la situación en el sistema educativo y el primer gran acuerdo al que hemos llegado es que; el año académico no debe cancelarse, el Estado debe de alguna manera articularse y garantizar que la educación no se detenga, que siga llegando a todos los estudiantes hasta su casa, donde quiera que estén y ojalá se democratice el acceso a internet para que todos los estudiantes se puedan conectar”.
La educación virtual no debe ser excluyente
A manera de conclusión, el director ejecutivo del NIMD Honduras, Luís Daniel León, resaltó la importancia de garantizar que la educación virtual no debe ser excluyente, “en 30 días hemos tenido que dar un salto digital, esta crisis nos ha obligado a migrar de un sistema presencial a clases virtuales, con enormes diferencias, por lo cual; debemos dar prioridad al tema de educación, no podemos dejar que el sistema educativo colapse, ni que los niños, niñas y jóvenes pierdan su año escolar”.
Recomendaciones:
- El Estado debe encontrar mecanismos alternativos para garantizar que el 100% de los escolares tengan acceso a métodos alternativos de conexión.
- Es responsabilidad del Estado, maestros, estudiantes y padres de familia rescatar el año escolar.
- La Secretaría de Educación debe confirmar a los docentes y padres de familia que el año educativo no se va a cancelar por el COVID-19.
- Analizar la semi- presencialidad para los próximos meses, donde los estudiantes roten en su centro educativo y que cuando no estén en clases presenciales, se conecten de forma virtual desde casa, para evitar aglomeraciones.
- Que los padres de familia se empoderen del proceso de formación para que puedan supervisar a sus hijos, en colaboración con sus maestros.
- Democratizar el acceso a internet para superar las desigualdades tecnológicas y permitir que todos los estudiantes puedan conectarse a sus clases en línea.
- Que las compañías de telecomunicación en el país generen un proceso de solidaridad con la población que no tiene acceso a la conectividad.
- La Secretaría de Educación debe garantizar que los docentes tengan acceso a la tecnología para facilitar el proceso de enseñanza virtual.
- Las Universidades del país pueden apoyar a la capacitación de los docentes del sector público para las clases online.
- Se debe prevenir que el limitado acceso a la tecnología obligue a los jóvenes a desertar del sistema educativo e interrumpir su formación.